Después de 51 años de existencia el Proyecto La Cruz Manzanillo está en el ojo de la privatización.

Muchos actores políticos aspiran a la dirección ejecutiva de la entidad para sustraer lo poco que queda en termino material, para hacer dinero con lo que le pertenece al pueblo dominicano, otros vienen con un compromiso político-empresarial desde donde conectan grandes empresarios suplidores del estado en provisiones y productos que aplican y consumen en el desarrollo laboral del día a día, pero también corrompen y manejan todo solo para la burocracia.

Pero no todo es malo y de la síntesis de este texto el 95 % se ha realizado en los últimos 20 años, en el transcurso del tiempo en ese trayecto solo podemos reconocer 2 administraciones que han trabajado para los orígenes productivos y sostenibles que se esperan del Proyecto La Cruz Manzanillo y estas 2 administraciones fueron las que se desarrollaron en los 4 años del Gobierno de Hipólito Mejía y la Administración de Guillermo Torres Chestaro.

Las administraciones del Gobierno de Hipólito Mejía se sembraban diversos cultivo y procedimiento agrícolas de conciencia y conocimientos, pensando en sostener y mantener la estabilidad y el ciclo de producción de los diversos cultivos.

En la administración de Guillermo Torres Chestaro se marcó un legado funcional que dio sus resultados y porque el mismo aparto la política de lo que era la administración, operando directamente con los obreros y técnicos agrícolas sin intermediarios políticos, lo que dejo como resultado la siembra y producción histórica de su gestión, sembrando hasta 3 veces una de las fincas más grande que en varias ocasiones las inundaciones las afectaron (finca La Cruz) y produciendo varias toneladas de guineos y plátano (pagando con puntualidad y dejando los equipos, maquinarias y vehículos de la entidad en perfecta condición para sus operaciones).

Después de la salida de Chestaro volvieron y se apoderaron Los cargos políticos de primer y segundo grado de las nóminas de la entidad a final del gobierno de Danilo Medina, estos cargos los cuales absorben un alto porcentaje de la subvención estatal que recibía la entidad; este es uno de los principales obstáculos que impiden el desarrollo y la ampliación de esta empresa del estado, en ocasiones los trabajadores del campo lo que se enfrentan con la humedad, el sol, el sereno y las vicisitudes que diariamente se presentan, estos constantemente presentan atrasos de pagos por varios meses mientras el infucional cargo político o familiar de primer grado que en muy pocas ocasiones entran las fincas cobran permanentemente sin fallos ni obstáculos.

El Proyecto La Cruz Manzanillo está en el pensamiento algunos sectores del gobierno para producir una privatización desde hace mucho tiempo, pero actualmente ha tomado más fuerza la versión por el bajo interés de las últimas administraciones, el proyecto cuenta con las tierras más fértiles de la región y rodeada de abastecimiento de agua por el Rio Yaque del Norte, lo que garantiza que con bombas hidroeléctricas este emporio es un tesoro y quienes pretenden venderlo al privado conocen a plenitud su potencial.

Una circunstancia que le abre una brecha de posibilidad al pensamiento de la privatización del proyecto la cruz manzanillo es la recientemente conocida en el congreso Ley del Fideicomiso Público.

De manera sencilla, un fideicomiso público es un instrumento jurídico por medio del cual la Administración Pública, a través de alguna de sus entidades facultadas (fideicomitente), transmite la propiedad de bienes del dominio público o privado del Estado, o afecta recursos públicos, a una sociedad fiduciaria para realizar un fin lícito, de interés público, vinculado a fomentar el desarrollo económico y social, que implican gestionar o administrar esos proyectos de interés colectivo por la fiduciaria

¿Qué puede hacer el sector privado que para el gobierno no sea más fácil?

(Lo único que el privado puede hacer es aportar criterio y compromiso social que es lo que la hecho falta al gobierno) responsabilidad administrativas que fluya tanto ese esa dinámica optimista que llegue a los trabajadores de campo eso también se va reflejar en la producción agrícola, si se aplica.

Si lo privatizan tendrán que sacar a lugares y hogares seguros y dignos a todas las familias que han permanecido toda su vida en los bateyes del Proyecto La Cruz Manzanillo.

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